Las fiestas patronales en época de pandemia.

Las fiestas patronales en época de pandemia.

La pandemia que ha azotado al mundo a partir del año 2019, ha cambiado la vida, las costumbres y la cultura de la mayoría de las sociedades, el uso del cubrebocas, careta y gel antibacterial se ha vuelto parte indispensable de nuestra vida, actualmente es imposible pensar en salir sin cubrebocas a la calle.

En México, el 20 de marzo del 2020 fue el día en que comenzó el confinamiento, fue el día en que las escuelas, cines, antros, restaurantes y oficinas suspendieron actividades temporalmente, fue el día en que las plataformas electrónicas como Zoom, Facebook, Google meet, etc; se hicieron parte de nuestras vidas.

La Pandemia trastocó también a la religión, en México las iglesias cerraron y las ceremonias religiosas eran transmitas en algunos casos por medios digitales y aunque para algunas personas este hecho es insignificante, para un gran número de personas esto no fue así, pues en medio del caos, muerte y desesperanza que trajo consigo la pandemia, las personas buscaban refugió en su religión cosa que de manera presencial les era imposible.

Con el paso del tiempo muchas personas se fueron acostumbrando a la nueva normalidad y asimilaron que estos cambios eran temporales y eran para cuidarnos todas y todos, pero muchas otra no lo hicieron, muchas otras personas tomaron y siguen tomando a la ligera la pandemia, esas personas no han podido ser empáticas con el sufrimiento de aquellas personas que han sufrido pérdidas humanas.

Estas personas que no lograron entender el contexto han seguido en muchos lugares con el desarrollo de las fiestas patronales, generando aglomeraciones sociales que en algún momento pueden terminar en una ola de contagios y perjudicar así a una población enorme.

Con el avance en la vacunación de la población mundial, poco a poco podemos vislumbrar una pequeña luz al final del túnel que nos permitirá poco a poco a retomar actividades como las fiestas patronales que demuestran la riqueza cultural de nuestro país, pero por el momento esas personas en el caso de la religión católica deberían de reproducir los valores de empatía por el prójimo que profesaba Jesús y entender que las circunstancias actuales no son las propicias para llevar a cabo aglomeraciones tan grandes de personas.

Todas y todos queremos regresar a nuestras fiestas, a salir a conocer lugares, a vivir como antes lo hacíamos, pero aún no debemos bajar la guardia y seguir cuidando unos de otros para que cuando nos volvamos a reunir, no haya ninguna persona que falte a la reunión a consecuencia de la pandemia.

Ángel Arturo Meza Morín
Lic. Ciencias Políticas y Administración Pública, UNAM

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *